Claudio

Claudio es el principal antagonista de la obra Hamlet, y, posiblemente, uno de los personajes más astutos y maquiavélicos de nuestro querido autor, pero nosotros pensamos que, quizás, este personaje no haya sido del todo comprendido por el público.

Desde el principio de la obra, Claudio es el rey de Dinamarca, su patria, debido a la repentina muerte de su hermano, el anterior rey y padre del príncipe Hamlet. Aunque Hamlet sea el legítimo heredero del reino, es sobre los hombros de Claudio donde recae el peso de la corona, al menos hasta que su sobrino alcance la mayoría de edad y esté preparado para gobernar. Sin embargo, el nuevo rey desea serlo de por vida, y no está dispuesto a dejar que poco tiempo después un muchacho estúpido e imprudente herede el trono y le vuelva a dejar en un segundo plano, como estuvo hasta hace poco, viviendo a la sombra de su hermano.

Para esto, idea un plan, mediante el que seduce a la reina viuda y se desposa con ella, para así ganar mayor legitimidad en el trono. Esto enfurece a Hamlet, quien, atormentado por el fantasma de su padre (ya que este dice que Claudio le asesinó), entra en un estado de demencia que le hace matar a Polonio, padre de su amada Ofelia, mientras intentaba asesinar a Claudio. Esto le da al astuto rey la razón necesaria para desterrar a su loco sobrino, planeando matarlo en secreto, para consolidar su poder. Así, el monarca lograría librarse de tantos años de sombra, y, por fin, ser alguien importante.

Pero nos preguntamos: ¿Claudio solo ansiaba el poder, o como hemos dicho, estaba harto de ser el ignorado, la sombra humana? Y si fuera así... ¿De verdad merece la pena matar a tu propio hermano, casarte con su viuda y hacer enloquecer a tu sobrino? ¿De verdad había sufrido tanto? 

Eso no podemos saberlo, pero sí que es cierto que la indiferencia, si viene de alguien a quien apreciamos o deseamos impresionar, duele mas que el odio, pues nos hace sentir insignificantes  y estúpidos. Por eso, nos gustaría lanzar un guiño a nuestros lectores, y decirles que los actos de nuestros compañeros o conocidos pueden tener un significado mucho mayor del que nos parece a primera vista, y que ignorarlos podría dejar dolorosas cicatrices en sus recuerdos, para, en un futuro, hacerles actuar de manera "malvada". Manera que, en el subconsciente, podría tener sus razones.

Así Claudio bien podría ser un monstruoso y vulgar asesino, o, simplemente, un hombre que nunca recibió la atención (o incluso el amor) que necesitaba.